Ciudad rockera

Admin 28/12/08, 09:58 pm

Ciudad rockera

26-Dic-2008
Crocknicas marcianas
Por: Joselo
EXonline

Guadalajara, la ciudad donde pasé estas navidades, es una ciudad muy rockera. De aquí ha salido infinidad de músicos y grupos que pueblan el universo rockero de nuestro país y del mundo entero.

Dicen que los mejores bateristas que ha dado México vienen de Guadalajara, aunque también guitarristas como Carlos Santana, que, si bien no nació en esta ciudad, es del mismo estado: Jalisco.

Mientras andaba por acá me enteré de la ópera-rock que José Fors (integrante del legendario grupo La Cuca) va a estrenar el próximo año, el 20 de febrero, en el teatro Diana de esta ciudad.Hace años que no se escucha de una ópera-rock, no es casualidad que ésta nazca de la escena de esta ciudad jaliciense.

El nombre de la ópera es Dr. Frankenstein, y está basada tanto en el libro de Mary Shelley, como en las diversas adaptaciones cinematográficas de esta historia.

En el disco doble que edita la Universidad de Guadalajara cantan, además de Fors que interpreta al Ente, a la creatura, Ugo Rodríguez (ex Azul Violeta) y Ely Guerra.

El elenco es larguísimo e incluye a muchos de los cantantes emblemáticos que siguen en activo en esta ciudad del rock: Gerardo Enciso, Sara Valenzuela y Valentina González, por mencionar sólo a unos cuantos.

Para más información de la ópera-rock de José Fors pueden visitar el sitio en internet www.operafrankenstein.com.

Pero así como es una ciudad rockera, también es una ciudad donde se escucha mucha música de banda. Que aunque me gusta y ha sido una influencia importante para la música que hago con mi grupo, Café Tacvba, hay momentos en que las trompetas, el trombón y la voz nasal de sus cantantes me pone los nervios de punta.

Este 24 de diciembre, los vecinos de la casa donde celebré la Nochebuena se dedicaron a darme una sesión no pedida de lo más actual, y los clásicos, de esta música popular. Claro, aderezado con una que otra canción de reggeton, que, no sé por qué, se mezclan sin ningún problema.

Nuestra celebración fue tempranera, no habían dado las 12 de la noche cuando ya todos los regalos habían sido repartidos y los abrazos y buenos deseos habían sido dados.

La cena, a base de tamales, había sido devorada y eso causó la somnolencia en algunos de los presentes.

La cerveza y el vino habían causado lo contrario en otros invitados, los cuales se fueron a continuar la fiesta con otras familias mucho más trasnochadoras.

Pero aunque la fiesta terminó temprano, no pude dormir. La música de banda siguió sonando la noche entera, mezclándose con mis sueños, o pesadillas, en las que aparecía uno que otro sombrerudo bigotón.

No sé cuánto tiempo llevaría dormido, pero otra música me despertó. “Seguro estoy soñando”, pensé. La música, aunque estridente, era un manjar para mis oídos.

Las guitarras de Angus Young sonaban como nunca lo habían hecho. Let there be rock, de AC/DC me despertaba de mi caótico sueño. Luego sonó Aqualung, de Jethro Tull, y luego Alive, de Pearl Jam.

Lo raro era que venía de la misma casa que no me había dejado dormir la noche anterior. ¿Cómo era posible? ¿Por qué no pusieron esa música en la fiesta de anoche?

La respuesta estaba en los regalos que trajo Santa Claus. En la cartita del hijo del vecino venía un Rock Band (o un Guitar Hero, la verdad, no sé) y lo estaba estrenando a todo volumen en la sala de su casa.

Todavía hay esperanza en las nuevas generaciones. Ojalá que de estos juegos de video salgan los rockeros del futuro. Y que la ciudad del rock, Guadalajara, no se quede sólo con músicos de banda.

¡Feliz Navidad!