Sepultura "Renacemos en cada disco"

Sepultura "Renacemos en cada disco"

Se fue Max Cavalera, se ha ido Igor Cavalera, pero ellos ven la banda por encima de los individuos

30.01.09
El Correo Digital

Si se olvida la larga sombra de los Sepultura originales, se aprecia más esta dura adaptación metálica de ‘La Naranja Mecánica’. En sus 18 temas hay poderosos arrebatos de trashcore, dinamismo rítmico con algún eco tribal, remansos cinemáticos y épica en su adaptación de la 9ª de Beethoven.

Hace trece años, Sepultura marcó un hito en el heavy contemporáneo con ‘Roots’, álbum pionero en la colisión del trash con los sonidos tribales amazónicos, que consagró a los brasileños como una de las bandas más influyentes del rock extremo del fin de siglo. El apogeo comercial y crítico suscitó tensiones internas que provocaron la diáspora de su vocalista, guitarrista y fundador Max Cavalera. Su puesto lo ocupó Derrick Green, vocalista negro curtido en el hardcore que ha ejercido de ‘frontman’ durante estos años en los que Sepultura han perdido estatus multinacional y tirón popular. Los fans que ansían el retorno de la formación original tienen aún más motivos con el abandono del otro hermano Cavalera, el baterista Igor, que ha dejado la nave tras la grabación de ‘Dante XXI’ (2006). Aquel disco conceptual tiene ahora continuidad con otro tocho temático dedicado a ‘La Naranja Mecónica’. La pétrea garganta de Derrick Green habla para GPS desde Belo Horizonte, capital del estado brasilero de Minas Gerais, donde Sepultura nacieron hace casi un cuarto de siglo.

Os marcáis un nuevo trabajo conceptual, ahora sobre ‘La Naranja Mecánica’. ¿Como surgió la idea?

Bueno, todos somos ávidos lectores y, por supuesto, fans del libro de Anthony Burgess y de la película de Kubrick, que es todo un clásico del cine. Desde hace tiempo habíamos hablado de interpretarlo y dar nuestra visión, porque nos parecía muy interesante su mensaje y, especialmente, el del ultimo capítulo del libro, que no aparece en la película y que da una dimensión distinta y más profunda a la historia.

¿Y cuál es la visión de Sepultura?

Creo que el mensaje último es la libertad de elección individual: cada uno podemos decidir lo que hacemos con nuestra vida. No se puede forzar a nadie a comportarse de una manera, los valores y los límites de lo que está bien y mal tienen que surgir de tu interior. En eso se centra el importante último capítulo, en el que Alex, el protagonista, un adolescente disfuncional, decide por sí mismo crear una familia y hacer los cambios necesarios en su vida para ser una persona más productiva para la sociedad.

¿Habéis evitado la particular jerga de la obra para que se entiendan las letras?

Sí, el llamado ‘nasdat’ que habla la pandilla del personaje central es muy complicado. Queríamos que se entendiera el mensaje, así que hemos mantenido sólo detalles muy expresivos en las letras, que son una representación de un carácter adolescente y difícil, porque el protagonista sólo tenía 15 años cuando hizo todas esas cosas malas.

Lo compusisteis y grabasteis sobre la marcha. ¿Alguna razón?

Sí, en tiempo real, en sólo tres meses. Según se fueron componiendo los temas, los íbamos grabando en ‘jams’ de estudio muy espontáneas. No hubo ninguna razón especial. Fue un proceso natural. Después de tres años de gira con la nueva formación, teníamos un montón de ideas guardadas y nos sentíamos muy cómodos trabajando se esa manera.

Habéis reflejado la obsesión del protagonista por Beethoven adaptando la novena sinfonía de ‘Ludwig Van’. ¿Cómo fue la experiencia de grabar con músicos clásicos?

Fue todo un desafío. Entiendo que al metal le gusten las orquestas sinfónicas, pero en nuestro caso fue una elección de Andreas (Kisser, guitarra) para reflejar esa parte de la personalidad de Alex. Siempre es enriquecedor colaborar con otros músicos, sean Apocalyptica, Massive Attack, U2, Jane’s Addiction o una orquesta. Se aprende mucho trabajando de una forma diferente.

Estrenáis batería, un puesto clave en un grupo como Sepultura. ¿Qué ha aportado a la banda?

Con Jean (Dollabella) llevamos ya tres años, es también de Belo Horizonte y desde que entró hace tres años para sustituir a Roy Mayorga, que se fue con Stone Sour, hemos notado la energía de su juventud, ya que es diez años más joven que nosotros. Es un gran batería con una gran pegada que ha sido muy positiva para el disco.

Ya no queda en Sepultura ninguno de los hermanos fundadores. ¿Os molesta que siempre se hable del retorno de Max Cavalera, a quien tú sustituiste?

En 25 años, Sepultura ha cambiado y renacido de alguna manera con cada disco y se ha convertido en una banda cuya entidad está por encima de los individuos. En este momento de reunión de muchas bandas, es normal que la gente hable, pero no siempre funciona la química. La gente puede tener sus preferencias, pero no nos afecta, estamos muy concentrados en lo que hacemos.

¿Por qué se fue Igor?

Estaba cansado de la banda y quería buscar su propio espacio. Ha sido una liberación tanto para nosotros como para él, que es un gran artista con sus propias inquietudes. Andreas (Kisser, guitarra) se ha convertido en la fuerza creativa del grupo, que debe mucho a los dos hermanos fundadores. Cuando entré en el grupo, la gente hacía comparaciones inevitables. Mucha gente pensaba que Max era el grupo, que resultaba indispensable, y tuvimos que cambiar esa concepción equivocada. Hay gente que prefiere la primera etapa y otros fans han permanecido fieles a la banda. Pero sobre todo la gente respeta nuestra carrera, es algo que notamos cuando tocamos.

¿Te gustó el disco de Cavalera Conspiracy?

Sigo siendo amigo de Igor y ya sabía que tenía ganas de hacer algo con su hermano. Me gustó el disco de Conspiracy, está bien, pero estoy casi seguro de que todos los temas eran de Max y creo que una colaboración verdadera entre los dos habría sido más interesante.

Living Colour crearon una coalición para superar los prejuicios hacia los músicos negros de rock. ¿Crees que es algo ya superado?

Yo no veo el color en la música, nunca he dado a la raza un especial significado. En el ambiente que me crié en Cleveland existían esos prejuicios y para mí fue muy importante ver que había grupos negros como Living Colour, Bad Brains o Fishbone con mi mismo ‘background’. Aprecio mucho lo que han supuesto, pero el tiempo pasa y creo que se ha avanzado, ya no es tan extraño. He viajado por todo el mundo con Sepultura y he podido ver cómo la música se impone a las diferencias raciales y culturales. Es lo más importante. Yo soy un músico, no un músico negro.

Mantienes tu propio grupo al margen de Sepultura, ¿no?

Sí, se llama Musica Diablo y es un proyecto abierto que me permite tocar con grandes músicos en otra onda. Disfruto mucho y, además, creo que hacer cosas al margen beneficia a la dinámica de Sepultura.

¿Vais a salir de gira pronto?

La primera semana de febrero. Empezamos por el este de Europa y luego haremos festivales a partir de junio, aún no hay nada cerrado pero seguro que pasamos por la zona de Bilbao, porque sabemos que tenemos fans por esa parte y siempre ha sido genial tocar allí.

¿Os centrareis en el nuevo disco? ¿Se traslada bien al directo un álbum conceptual?

Sí, porque esta planteado con temas independientes. El grupo suena muy poderoso con nuestro nuevo batería, tanto en los nuevos temas como en los clásicos. Haremos temas de todas las épocas de Sepultura que cambiarán en cada ciudad, y los fans podrán decidir a través de nuestra web qué quieren que toquemos. Cada uno podrá elegir tres temas de un gran listado en el que estarán las canciones más populares, pero también otras que gustaran a nuestros seguidores más hardcore.

¿Hay Sepultura para rato?

Eso espero. Mientras mantengamos la pasión por la música y por el compromiso, seguiremos. De momento estamos muy centrados en el presente.